martes, 19 de abril de 2011

La guerra por un dios



por
Camila San Martin y Pilar Castella

Bajo la tierra vivía un dios supremo, el que tenia el poder de la electricidad. Allí existían dos grupos de dioses inferiores que no querian compartir el mismo dios supremo, que se llamaba Electrix.
Comenzó la guerra de Truficus contra Ñaquis. Ambos luchaban con piedras, fuego y sacrificaban animales para cubrirse de los ataques,también mataban a los patos y con sus picos armaban lanzas atadas con la misma piel.
Electrix se encontraba en el medio de la lucha, desde allí cedía rayos a los dos bandos. La lucha duro aproximadamente diez años.
Los primeros seis años aparentaba que ganarían los Ñaquis por su fuerza y destreza en la pelea. Tenían mas dioses inferiores que los Truficus,pero un rayo del otro grupo que le había pasado Electrix hizo que a aquellos el brazo se le congelara, por lo cual tuvieron que abandonar la batalla y así los dos quedaron con la misma cantidad de dioses. En ese momento la batalla fue más pareja.
Las luchas y enfrentamientos duraron cuatro años más, cuando empezaron a morir más dioses que los Ñaquis y se debilitaron.
El último año estaba claro que el grupo ganador era el de los Truficus, porque a pesar de que habían terminado con muchos dioses de ellos, siguieron adelante y lucharon por un dios propio.
Electrix se había fugado de la discordia, ya que la guerra se había dado por finalizada. Lo que no sabian era que los Ñaquis no se dieron por vencidos y entre todo ese grupo, como no podían vencer al rival, armaron un plan para matar a un dios supremo. Pero no lograron su objetivo, porque éste tenía toda la energía de los dioses.
Así culminó el enfrentamiento y los Ñaquis quedaron sin el dios supremo y con muy pocos dioses inferiores, mientras los Truficus festejaban su victoria.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El texto me parecio muy interesante y me gusto mucho la idea de ir diciendo que grupo parecia que iba a ganar pero al final no era asi.
Martin Ulke