Oh odiseo, me han pedido que, luego de estos hermosos y largos siete años vividos a tu lado, donde has llegado a comprender mi amor y locura, te tengo que dejar ir. Yo te recogí y te ame desde el primer momento en que te ví, te di cariño , alimento, calor, te di lo mejor de mi y hasta la inmortalidad. Inmortalidad que tú, mi querido Odiseo, has negado por la necesidad de volver a tu tierra, y ver a tu esposa. Esa que cuando llegues te dará, seguramente, vuelta la cara, desepcionada, pidiendo una explicacion a tu tardía vuelta a casa. Pero tú la amas y deseas volver a pesar de los peligros que has de enfrentar en el trayecto a Ítaka y no me puedo oponer porque entiendo lo que es amar con locura.
Odiseo, entiende mi padecer, yo te ofreci todo, hasta el poder de convertirte en semidios. Odiseo, dime ¿no entiendes lo que esto significa? No envejeserás a mi lado y yo tampoo lo haré; pero si te vas, encontrarás a una mujer con los años sumados y que se seguirán sumando. Entiende, amado mio, entiende ahora que es temprano.
Oh Odiseo, perdona mi necesidad de que te quedes. Me han dicho y me reprochan el hecho de que lamentes tu vida si te quedaras. No la consumas, no pierdas tiempo. Se que te han de confundir estas líneas, pero olvida lo que te he dicho, olvida todo menos tu objetivo. Me hiere decir esto, no quiero perderte, pero tu corazón no está aquí, no está conmigo, y con eso no puedo lidear, no lo tolero.
Te ruego, que luego de caer la noche y al levantarse el sol, te armes una balsa, yo te daré alimentos y vete que yo te protegeré donde sea que estés, pero vete. Vuelve a Ítaka. Olvida todo, pero nunca olvides que hay una mujer en este desdichado y enorme mundo, que te ama como nadie ha logrado ni logrará hacerlo, y que a pesar de su amor, su dolor y con lágrimas en los ojos, ruega tu partida. No me oldives. Adios Odiseo, adios amado mio.
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