lunes, 11 de julio de 2011

Las dos lunas.


Por Giuliana Dettler.

Era una noche calurosa, yo estaba cocinando el tuco para las empanadas, todo estaba tranquilo. Mi papá, mi mamá y mi hermano habían salido a hacer las compras. Era una noche como cualquiera, solo que esta estaba por demás silenciosa… o quizás era lo que estaba sola en casa.
Voy a mi habitación y prendo el reproductor de música, a todo volumen y me pongo a cantar. Volví a la cocina porque se sentía olor a quemado, apague la cocina, me acerque a la ventana para abrirle al gato que maullaba… y mire el cielo… las estrellas estaban hermosas y brillantes, busque la luna. Según el calendario esa noche había luna llena, la busque y que asombro… había dos lunas en el cielo. Fui corriendo hasta la mesa a buscar mi celular… no estaba allí… lo sigo buscando… voy hasta la habitación… estaba sobre la cama, lo agarre, marque el numero de mi mamá… llamaba y llamaba… no contestaba. Fui de nuevo hacia la ventana, las dos lunas seguían allí. Llame a mi papá… escuche sonar el teléfono sobre la heladera. No me quedó otra, llamé a mi hermano, por suerte, me dio apagado. Recuerdo haberme ido a sentar en un sillón y esperar. Habían pasado cinco… diez… quince… veinte minutos y mi familia no volvía. Pensé a quien llamar… no se me ocurría nadie. Consulte saldo... ya no me quedaba… solo tenía el pack de mensajes. Mandé mensajes a todos mis contactos, desde a mi abuela que vivía en Entre Ríos hasta mis amigas que creo que estaban en el boliche. Nadie me contestaba.
Me recosté un rato porque pensaba que era solo un sueño. Habré dormido veinte minutos cuando me despertó el teléfono que sonaba. Tenía seis llamadas perdidas y quince mensajes… todos eran de una misma persona… del chico que me gustaba… por lo que me había escrito estaba más asustado que yo y estaba solo en su casa. Recuerdo haberle dicho que veniera a casa y que traiga el modem para ver que podíamos averiguar en internet, le explique cómo llegar… me parece que no me explique muy bien porque al poco tiempo me mando un mensaje diciendo que se había perdido y que le explique de nuevo como llegar… le dije:
- Del primer semáforo de la calle Olavarría dobla a la derecha… hace ocho cuadras (hasta que se acabe el asfalto) y dobla de nuevo hacia la derecha, seguí cuatro cuadras. Mi casa es la que está en la esquina, la que tiene un departamento de dos pisos al lado. Cuando llegues entra tranquilo porque yo estoy cocinando y no puedo salir a abrirte-
Eran alrededor de las once cuando llego… los dos nos miramos como diciendo ¿Qué está pasando? La comida ya casi estaba… al final no hablamos de las dos lunas… el me conto su vida y yo la mía… nos hicimos grandes amigos. Como alrededor de las una y media se fue a su casa.
- Al rato llegan mis padres, mi mama me pregunta:- ¿Qué pasaba que me llamaste? ¿Te paso algo?
- No ma, estoy bien. Te llamaba por el tema de las dos lunas- le dije.
- ¿Qué dos lunas?- contestó.
- Las dos lunas… que estaban en el cielo, ¿fui la única que las vi?
-Hija no digas pavadas- Dijo mamá.
-De verdad te digo ma, eran dos lunas… un redonda y grande y la otra más chiquita… ¿no me creen no?
-¿Cómo querés que te creamos amor si estas diciéndonos que viste dos lunas en el cielo? ¿Qué estuviste tomando?
-Nada mamá. ¿Qué querés que tome? ¡Si ni jugo hay! Deja ya no importa.
Al otro día comencé a investigar el asunto de las dos lunas, le pregunte a todo el que se me cruzaba, conocidos y desconocidos. Todos me miraban con cara de ¿y a esta que bicho le pico?
Por fin, después de mucha investigación, encontré la respuesta ten esperada; luna había una sola, la grande y redonda… “la luna pequeña” era solo un reflejo de una antena que habían colocado ese día y de la cual yo no sabía.
Ahora soy “la loca de las dos lunas”… todos me llaman asi.

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